Su nombre era Karol Wojtyla. Nació en el pueblito de Wadowice,
Polonia, en el año 1920. Era hijo de un oficial del Ejército polaco y de una
maestra de escuela. ¡Fue un gran deportista! De joven practicó el atletismo, el
fútbol y la natación. Fue también un estudiante excelente, y presidió diversos
grupos estudiantiles. Desarrolló, además, una gran pasión por el teatro, y
durante algún tiempo aspiró a estudiar Literatura y quiso convertirse en actor
profesional.
Cuando Karol era joven, el Ejército alemán invadió Polonia, y
él tuvo que emplearse como obrero en una fábrica, para mantenerse y para evitar
su deportación o encarcelamiento. Fue miembro de una organización democrática
clandestina que ayudaba a muchos judíos a encontrar refugio y a escapar de la
persecución de los alemanes. Mientras tanto, decidió su vocación: ingresó en el
seminario para ser sacerdote.
En 1946 fue ordenado sacerdote y años más tarde, fue arzobispo
de Cracovia. Llegó a ser un líder religioso muy importante de su país, que a
menudo asumía posiciones críticas contra el comunismo y contra los funcionarios
del Gobierno.
El 16 de octubre de 1978, a la edad de 58 años, fue elegido
para ser Papa de la Iglesia, y tomó el nombre de Juan Pablo II. ¡Fue un gran
Papa, amigo de Jesús y de todos los hombres del mundo! Viajó a muchísimos
países a llevar la Buena Noticia del Evangelio, y en todos los lugares que
visitaba no se cansaba de repetir con amor y con alegría: ¡Abran las puertas de
sus corazones a Jesús! Durante su papado, visitó 128 países, y estuvo dos veces
en la Argentina en los años 1982 y 1987.
El 13 de mayo de 1981, sufrió un grave atentado en la Plaza de
San Pedro de El Vaticano, donde resultó herido por los disparos de un
terrorista turco. A raíz de este suceso, el Papa tuvo que permanecer
hospitalizado durante dos meses y medio. Sin embargo, al recuperarse, continuó
con su labor evangelizadora visitando incansablemente todos los países, en
especial los pueblos del Tercer Mundo (África, Asia y América del Sur).
Juan Pablo II amaba a los niños, a los que les dedicó una
carta muy linda en la que los invitaba a ser santos y amigos de Jesús. También
fue un hombre respetuoso de todas las religiones, y le gustaba reunirse a rezar
con hombres y con mujeres de todo el mundo, sin importar las diferencias de fe.
Especialmente amaba a los integrantes del pueblo judío, a los que consideraba
«nuestros hermanos mayores en la fe».
Tras una larga enfermedad, Juan Pablo II falleció el 2 de
abril de 2005. Su desaparición significó para todo el mundo la pérdida de uno
de los líderes más amados e importantes de la historia contemporánea.
Por la grandeza de su vida y por su labor, fue proclamado
santo el 27 de abril de 2014.
https://www.youtube.com/watch?v=J3yMuCF7QNY
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